Cómo mezclar una canción

Mezclar música es una habilidad que necesita práctica. Cuanto más lo haces, mejor entiendes el proceso. No hay secretos ocultos que únicamente conocen algunos grandes especialistas.

Lo que si tienen todos los grandes especialistas de mezcla profesionales es mucha experiencia y práctica en el proceso, lo que les permite abordar gran parte del trabajo de un modo mucho más intuitivo, poniendo el foco en la parte emocional de la música y no tanto en aspectos más técnicos los cuales permanecen en un modo semiautomático mentalmente hablando.

Saben cuándo y dónde ecualizar o, utilizar algún tipo de compresión o proceso, porque trabajan con la música todo el tiempo y han aprendido qué suele funcionar y qué no en cada situación.

Si bien el proceso de mezcla es un proceso en gran parte creativo que cada técnico aborda de un modo bastante personal. Podemos enumerar ciertos pasos o rutinas más o menos útiles cuando comenzamos a tratar de conseguir una metodología que nos permita alcanzar mezclas más consistentes.

Siguiendo estas rutinas, al menos no desatenderemos alguna de las fases más importantes dentro del proceso de mezcla.

Los pasos más comunes a la hora de abordar una mezcla de música multipista serían:

Filtros, polaridad, fase y balance de ganancia

Los filtros son excelentes herramientas para eliminar ruidos o señal no deseada y enfocar el sonido de las fuentes. Es típico eliminar la baja frecuencia de la mayor parte de las pistas, excepto en instrumentos como el bajo y el bombo. De este modo es más sencillo ubicar estos dos instrumentos en la mezcla ya que no tienen que estar discutiendo con el ruido de baja frecuencia del resto de las pistas.

La mayoría de las veces, filtrar las pistas sobre 80 o 100 Hz funcionará muy bien. Pero lo ideal es eliminar todo lo que no sean útil ya que es probable que termine enmascarando detalles de pistas más importantes.

Extremadamente importante es comprobar que todas las señales que aparecen en varias pistas están en coherencia de fase dentro de lo posible. Recuerda que algunos filtros pueden modificar la respuesta de fase de la señal filtrada.

Una vez limpiada la señal y revisada la coherencia de fase, el siguiente paso de partida será ajustar los niveles de ganancia de cada pista hasta conseguir un equilibrio lo suficientemente consistente como para que la mezcla ya comience a sonar equilibrada.

En ocasiones es recomendable ajustar ganancias de clips o regiones de audio hasta conseguir unificar niveles de ganancia entre distintas tomas o recursos interpretativos que hacen variar en exceso el nivel de volumen entre las distintas secciones de la canción.

La ecualización

La ecualización sustractiva te permite atenuar frecuencias conflictivas entre instrumentos o voces, intenta limpiar las pistas de frecuencias no deseadas o excesivas que tapan detalles más importantes en otras pistas. Al barrer las frecuencias con un ecualizador (subir la ganancia de un filtro para escuchar con más intensidad la señal cubierta por el filtro), deberías poder encontrar dónde esta ese timbre sonoro que no funciona en tu mezcla y poder atenuarlo.

Usa envíos para tus reverberaciones y delays

Aunque es posible agregar reverberación o delay en la misma cadena de plugins de la pista, es preferible hacer uso de envíos y retornos para este tipo de efectos. Por un lado puedes utilizar el mismo efecto en más de una pista con la consecuente reducción de carga de CPU y por otra parte es más versátil si vamos a automatizar posteriormente los efectos.

Combinar reverbs de distintos tipos como Hall o Plate más largas y cortas, estéreo y mono es un recurso muy habitual en la mezcla, ya que facilita ubicar distintos instrumentos en planos mejor definidos. Compartir los efectos entre distintas pistas ayuda a la cohesión del sonido de la mezcla.

Ecualiza tus efectos

Ahora que tenemos pistas Aux/retornos dedicadas para los efectos, podemos procesarlas como queramos sin interferir con las otras pistas. Hay muchos procesamientos que puedes probar, como puede ser ecualizar los efectos. Esto mantendrá un mejor control en la mezcla. Los filtros el ecualizador, como en los puntos anteriores, pueden ser herramientas muy interesantes para hacerlo.

Comprime con un objetivo

La compresión es una herramienta muy interesante en la mezcla. Puede forzar que las interpretaciones sean más controladas, tranquilas o energéticas, e incluso cambiar el timbre de un instrumento. Pero no todo necesita ser comprimido. Mantener la dinámica de ciertos instrumentos acústicos en muchos estilos musicales es algo imprescindible para el equilibrio general de la canción. Al final, se trata de construir una estructura y contar una historia emocional con un lenguaje suficientemente abstracto como es la música.

Tener diferencias en el volumen de ciertos elementos en los versos y estribillos ayudará a que una canción se mueva y sea más dinámica. Antes de aplicar la compresión, piensa cuál es la función de ese elemento en toda la canción y cual es el objetivo o causa por la que añadimos un compresor.

Deja espacio para la voz

Las voces son el elemento más importante en una canción, como norma general. Deben ser inteligibles y brillar sobre todo lo demás. Escucha tu música favorita a un volumen mínimo. Observa que suena realmente a este nivel, si identificas la voz como que predomina en una sensación de primer plano. Al final, las voces son las encargadas de contar la historia.

Una buena estrategia que podemos probar es comenzar la mezcla con las voces y seguir agregando el resto de elementos sobre esta voz. De esta manera, podemos escuchar fácilmente cuándo algo esta interfiriendo con la voz. También verificar la mezcla en mono y/o a bajo volumen es realmente útil para valorar si las voces todavía están en el lugar correcto y no están enmascaradas por otros instrumentos.

El color

Agregar saturación y distorsión a los elementos de la mezcla puede hacerla más emocionante. Crea nuevos armónicos, lo que da como resultado una pista de sonido más gruesa y densa. Ya sea usándolo en paralelo o insertado en el canal, la saturación ayudará a agregar presencia y traer textura a la mezcla. Prueba con distintos efectos de saturación y distorsión, utiliza varios para conseguir el color apropiado al carácter de la canción.

Niveles de volumen

A menudo pensamos que la compresión se va a encargar siempre de mantener las voces en su lugar. Por mucho que la compresión ayude a mantener cierto control sobre la dinámica de la voz, también debemos valorar si utilizar ajustes de ganancia específicos para ciertas frases, palabras o sílabas que lo necesiten bien por exceso o carencia de volumen.

En este punto podemos trabajar automatizando la ganancia, o sea el nivel de volumen de la pista antes de la compresión, o el nivel de volumen del canal, encontrándose este en una etapa posterior a la de la compresión. Cada uno de estos niveles ofrece oportunidades diferentes de control en una parte vocal o de instrumento.

Compresión de Bus

Podemos utilizar una compresión de bus para secciones de instrumentos generales, como la batería, todas los coros, conjunto de instrumentos de viento, etc… y también una compresión en el propio canal máster. En lugar de comprimir cada elemento individual en una mezcla, usar la compresión en los buses de suma puede dar un resultado mucho mejor para ajustar las cosas.

Es muy común ver un compresor en el bus maestro asegurándose de que toda la pista suene junta. Muy típico en estos casos sería hacer uso de tiempo de ataque más lentos para no perder los transitorios y pegada de la mezcla, así como un filtro paso alto en la cadena lateral para evitar que la baja frecuencia este continuamente controlando el compresor máster.

La automatización

Una de las posibilidades de que ofrece la automatización es permitir que los elementos en la mezcla no permanezcan estáticos a lo largo de toda la canción. Ajustar los niveles en cada una de las secciones de una canción si es necesario, así como panoramas o ecualizaciones es algo muy interesante que permite aumentar las posibilidades expresivas de una canción.